Página:Azabache (1909).pdf/281

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 277 —

tural, le tomé gran cariño. Me llamaba Compadre, y yo le seguía por el prado, como un carnero. Solía hacer venir á verme á su abuelo, que miraba á mis piernas con gran, atención.

-Esta es su parte débil, Alfonsito-decía,pero va adelantando paulatinamente, y creo que lo veremos muy cambiado en la primavera.

Aquella vida de descanso, buen alimento, piso suave y moderado ejercicio, renovaron mi primitiva condición y bríos. Yo era de una excelente constitución por parte de mi madre, y como había sido tan bien atendido en mi primera juventud, sin ser puesto al trabajo hasta que estuve completamente desarrollado, no fué difícil mi reposición, y casi me sentí joven otra vez. Llegó la primavera, y un día del mes de marzo determinó el señor Valladares probarme en el faetón.

Me alegré mucho, y Alfonsito fué mi conductor.

Mis piernas habían recobrado su elasticidad, permitiéndome hacer mi trabajo con completa soltura.

1 -Se está volviendo joven, Alfonsito; ahora vamos á trabajarlo todos los días un poquito, y para el verano lo vamos á ver tan bueno como Mariposa. Su boca y su paso no pueden ser mejores.

-¡Oh! abuelito, ¡ cuánto me alegro de que usted lo comprase !