CASONA ADO o_o
RAFAEL BARREDA
EL CRIMEN DE LA NORIA
«La Estrella del Norte»
Desapareciendo iban los efectos de aquella deplorable anarquia del año 20. También pasado había el culminante período en que don Bernardino Rivadavia se demostrara en toda la plenitud de su hermoso talento, como ministro del gobernador Rodriguez, y lograra, por ello, llegar á la presidencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuando un acontecimiento verdaderamente extraordina- rio distrajo por un mes, y aún muchos más, la atención de los habitantes de la histórica capital del virreinato, desde los salones de las familias encumbradas hasta las humil- des viviendas de los alrededores.
Y aún más allá, más allá repercutian, en conversacio- nes de asombrados corrillos, los minuciosos detalles de aquel grandioso suceso, sin precedente ó antecedente, por su suntuosidad y magnificencia.
¿Qué maravilla de «Las mil y una noches» podía com- pararse con aquello? Ni cuando vino la hija del virroy Ceballos, casada por poder en la metrópoli española con el excelentísimo señor general Escalada, no siéndolo aún,