por otra parte, contribuia jenerosamente al fondo de gastos de aquella postrer espedicion, por cuya primera tentativa habia perdido allí mismo su cabeza un bravo soldado que llevaba su propio nombre—Pedro de Espinosa,—hacia de ello doscientos años. I este Espinosa no debió ser de los Monteros del rei, porque, siéndolo, no le habria hecho matar probablemente Egas Venegas.
¡Doscientos años de una espedicion a otra! Tan largo en su desarrollo i en sus peripecias ha sido este drama de los Césares, que tenia por único argumento un chisme!
Envió el presidente Jáuregui a Lima las primeras dilijencias de la proyectada esploracion, el 29 de marzo de 1774, manifestando poca fe en el éxito de la empresa; pero sin desalentarla. Por esto, solo despues de cuatro años de constantes esfuerzos, hechos desde Valdivia por los últimos cesaristas, logró organizarse el convoi de descubridores. Figuraban entre aquellos fanáticos un don Matías Ramirez, vecino de Valdivia, de quien dice el historiador Carvallo, oriundo de aquella ciudad i mui joven a la sazon, que «le llenó el cerebro de fábulas acerca de su existencia».