Otro tanto sucedia en España, cuya cancillería jamas aceptó la denominacion antojadiza de su primer gobernador. Así, en el nombramiento de tesorero, otorgado por Cárlos V en Madrid en favor de Arnao de Cegarra, el 9 de junio de 1553, doce años despues de la fundacion de Santiago, se menciona solo la «provincia de Chile». Cuando mas, la Corte solia mezclar el nombre de «Nueva Extremadura» con la denominacion indíjena, i éste fue el sistema empleado por el conciliador La Gasca en su correspondencia oficial cuando pacifica al Perú. Su fórmula mas usada era la siguiente:—«Las provincias de Chile, llamadas Nuevo Extremo».
El pacificador anteponia, sin embargo, segun se observa, el nombre indíjena i usual, dejando la designacion española como un simple apéndice.
XXIII
Pero muerto Valdivia i olvidada su memoria en contiendas civiles, no tardó en desaparecer del todo la obra de sus afanes lugareños. Don García Hurtado de Mendoza, que no habia nacido en Estremadura sino en Castilla, no se cuidó un solo momento de la cuna de su predecesor, i en el primer auto que espidió en la Serena, estableciendo el cabildo del lugar, el 5 de abril de 1557, solo usó del siguiente formulario:—«En la ciudad de la Serena de éstos Reynos i provincias de Chile». Ni una sola ocasion aparece mencionada la Nueva Extremadu-