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Página:Biblioteca de Autores Españoles (Vol. 61).djvu/246

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Don Gabriel Alvarez de Toledo

el historiador don Juan Ferreras, con el sabio orientalista fray Juan Interian de Ayala y con otros varones insignes en doctrina y autoridad, á la fundacion de la Academia Española, y fué el tercero de los académicos inscritos en esta esclarecida corporacion. Caballero de la órden de Santiago[1], oficial mayor de la secretaría de Estado, secretario del Rey y su bibliotecario mayor, secretario de la presidencia del Consejo de Castilla, no le faltaron, como se ve, altos honores y testimonios de confianza de su patria y de su soberano. Fué una de las personas más dignas y más respetadas de su tiempo. Vivió como un asceta, y en Enero de 1714 murió, como un santo, en la casa misma del Duque de Montellano[2].

L. A. de Cueto.

II.

DEL SEÑOR DON ANTONIO FERRER DEL RIO, DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA.

(Revista Española, número 4.º; 18 de Mayo de 1862.)

Oriundo este varon ilustre de Portugal, por la linea paterna, y nieto del célebre cronista de Aragon, don José Pellicer de Tovar, por parte de madre, nació el 26 de Abril de 1662[3], en la ciudad de Sevilla. Huérfano quedó poco despues de acabar las primeras letras; casi abandonado á su voluntad exclusiva, no la tuvo grande para el estudio, y hallóse mozo, con natural estro y en trato familiar con las Musas. A camino le llevaron de perdicion el ocio, la boga que tuvieron sus poesías entre las damas sevillanas, el engreimiento de ser como el galan á la moda; su índole cra excelente, por fortuna, y así los devaneos juveniles no pasaron á vicios. Muy cerca andaba de los treinta años cuando se resolvió á mudar de costumbres, tocado en el corazon á consecuencia de asistir á unas santas misiones; y segun datos fidedignos, lo hizo de suerte, que desde entonces no se le vió más el color de los ojos, y se le pudo comparar á un capuchino entre las profanidades del mundo. Bajo la proteccion y en la casa del Duque de Montellano, se entregó con pasion verdadera á

    valió para formar la Coleccion de las poesias de Alvarez de Toledo. No menciona siquiera el códice que existe en la Biblioteca Nacional (M, 65) con este titulo: Poesías várias de don Gabriel Alvarez de Toledo y Pellicer, bibliotecario mayor de su majestad; recogidas por don Miguel Josef Vanhafil, secretario del excelentisimo señor Duque de Alburquerque; 1741 (226 páginas). Este manuscrito y otros que hemos tenido á la vista son ménos copiosos que la coleccion publicada por Torres; pero su texto es, por lo comun, más correcto, y contienen algunas composiciones de escaso mérito, que no entraron en la coleccion impresa.

  1. En 1703, á instancias del Duque de Osuna, se le conmutó el hábito de Santiago en el de la órden de Alcántara.
  2. Don José de Villaroel escribió doce décimas á la muerte de Alvarez de Toledo, Con este título: Epitafio al sepulcro de don Gabriel Alvarez de Toledo, varon docto, en siete lenguas perito, historiador ilustre y poeta insigne. ¡Ciento veinte versos para un epitafio! En aquellos tiempos los poetas arrostraban la impropiedad en formas y en ideas, con tal que hallasen ocasion para hacer gala de originalidad y de agudeza. Las décimas son, cuanto cabe serlo, afectadas y conceptuosas. Copiaréinos solamente dos de ellas, que denotan la alta opinion de sabio y de místico de que gozaba Alvarez de Toledo. Alude la primera á la general creencia de que habia acelerado su muerte el exceso del estudio y los hábitos sedentarios.

    ¡Oh noble, insondable abismo
    De ciencia!... pero cruel,
    Que todos viviesen dél,
    Y el muriese de sí mismo!
    Dudará el catolicismo,
    Al mirar que pudo unir
    Ciencia y virtud al vivir,
    Y en ambas resplandecer,
    Si fué morir por saber,
    O fué saber por morir.
    Aun te excitará al dolor
    De esta piedra el resistir,
    En quien el mayor sentir
    Es no sentir lo mayor.
    Tú, peregrino, el fervor
    Con palabra y obra inscribe.
    Cadáver heroico exhibe
    Aquí esta marmorea tabla:
    Ve cómo vives, que áun habla;
    Mira cómo hablas, que áun vive.

    (Poesías inéditas de don José de Villaroel.—Coleccion del señor don Pascual de Gayangos.)

  3. No es exacta esta fecha. Nació Don Gabriel Alvarez de Toledo, segun puede verse en el anterior apunte biográfico, el dia 15 de Marzo.