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Noticias Biográficas.

resarcir los años perdidos, y sin otra guía que su privilegiado talento, perfeccionóse en el latin y lenguas orientales, y en los idiomas frances, aleman é italiano; se impuso en los sistemas filosóficos antiguos y modernos; de historia sagrada y profana supo mucho, y de teologia aprendió tanto, que se le tuvo por maestro de nota. Aun llamándole teólogo de corbata uno de sus adversarios, y refiriéndose al tiempo en que su protector fué presidente del Consejo de Castilla, y le sirvió de secretario, nos revela que su oficina estaba llena de libros latinos, franceses y alemanes; que los adornos de las paredes eran papeles con caractéres hebreos; que sobre la nueva filosofía de Descártes y el curso de Regis hacia siempre versar las conversaciones, y que así pasaba las horas.

De caballero de Alcántara se cruzó el año de 1705, á pesar de su abstraimiento de las cosas mundanas, y tambien fué bibliotecario mayor de S. M. y oficial de la secretaría de Estado. Al Marqués de Villena se asoció desde el primer dia para la fundacion de la Real Academia Española, á la par que daba á la imprenta un libro notable y titulado Historia de la Iglesia y del mundo, que contiene los sucesos desde su creacion hasta el diluvio. Sus aprobadores fueron teólogos eminentes, y lo celebraron con justicia. Impreso está en un tomo en fólio, y dividido en dos libros; de la creacion trata el primero, y por el conato del demonio para perder al hombre, empieza el segundo. Piadosamente dedicólo Al Rey inmortal de los siglos, Cristo Jesus, principio y fin de todas las cosas. Por remate puso muy eruditas disertaciones Sobre el sitio del paraíso; Lengua primitiva; Estacion en que fué criado el mundo; Variedad del cómputo de la Vulgata y de los Setenta.

Aun recibia el autor los plácemes de las personas doctas, cuando enfermó de peligro y supo que alguien iba á escribir en contra suya; y como se brindase un amigo á hacer la apología de la obra en tal caso, le respondió estas literales palabras: «Si hablan contra la persona, como tendrán razon, no hay defensa; si contra la doctrina, los autores que cito responderán, si los leen; si contra el estilo, me ha parecido convidar al deleite de los tibios, para que bebiesen la moralidad; si contra algunas voces no vulgares, todas las he visto en autores castellanos de buena nota; y así, guarde usted la pluma para emplearla mejor que en mi defensa.>> No le fué dado practicar por sí tal conducta, pues falleció el 17 de Enero de 1744, todavía de buena edad y muy llorado por sus amigos numerosos y por los muchos pobres á quienes socorria caritativamente. Su plaza fué la primera vacante en la Academia Española, para la cual hizo la planta de los Estatutos, y se ocupaba en el exámen de las crónicas de los reyes de Castilla desde san Fernando hasta Fernando V, á fin de autorizar la buena acepcion de las voces.

Calientes estaban aún las cenizas del primer académico difunto, cuando se empezó á difundir la impugnacion anunciada, bajo el título de Carta del maestro de niños, y suponiéndola impresa en Zaragoza. Victoriosamente fué rebatida por el que habia empeñado al autor la palabra de salir en apoyo de su libro. Con el pseudónimo de Encio Anastasio Heliopolitano, y como impresa en Leon de Francia, dió á luz una Apologia joco-scria por la Historia de la Iglesia y del mundo, bajo el titulo de Palacio de Momo. A fin de que se comprenda el espíritu del impugnador, malévolo y poco feliz en su censura, me parece oportuno citar uno de sus pasajes, y la réplica á que dió motivo. De las dotes y naturaleza de los ángeles, se titula el capítulo segundo de la obra; lleno de ufanía, se expresó el crítico de esta suerte: No digo nada de las dotes, porque, aunque en castellano es masculino, estará ya resuelto en la Academia mudarle el género, quizá por ser femenino en latin.»-A lo cual respondió el apologista en esta forma: Las dotes es femenino en latin y castellano, aunque éste le dé alguna vez artículo de género impropio, y diga los dotes. De una y otra manera se halla escrito en autores de buena nota, y el antiguo refran Una buena dote ó dos medianas, le da su propio articulo ántes de la fundacion de la Academia, que tan repetidamente nombras; y es mucho te saborees con lo que te amarga; ella te dará reglas á su tiempo, aunque hagas mal gesto, é imites al perro, que ahulla y ladra, mordiendo las puertas de la casa donde no puede entrar.—A la Academia Española iba pues en realidad el tiro, como se ve más de manifiesto en otra critica de la misma pluma que la antece. dente, titulada Jornada de los coches de Madrid á Alcalá, ó satisfaccion al Palacio de Momo. Allí supuso á la Academia el pensamiento de corregir el idioma; con apodos quiso ridiculizar á sus individuos, y hasta esforzóse en procurar que se dieran por ofendidos los castellanos de que los hubiese naturales de Andalucía, de Extremadura, de Galicia, y aun de alguna de las islas