PRINCIPIO DB RELATIVIDAD 163
y esta última una expresión analítica que facilita la
resolución de determinados problemas (por ejemplo,
la forma de equilibrio de una masa continua); en una teoría de acciones gravitatorias por contigliedad ocupa el primer plano en el orden físico (39, 1), mientras (35, 1) será una ley integral que relaciona los extremos de una cadena de fenómenos de cuyos eslabones prescindimos.
Es justo notar que la ventaja incuestionable que poseen las teorías de acción por contigiitedad, cuando se atiende a la satisfacción que dan a exigencias filosóficas de nuestro espíritu, viene en parte compensada por la imposibilidad en que nos encontramos de sorprender las referidas acciones elementales, respecto de cuya naturaleza sólo podemos inferir aquello que dejan traslucir los fenómenos complejos que percibimos. Por ello las ecuaciones fundamentales para cualquier teoría de la clase aludida poseen un carácter esencialmente provisional, pues sólo son válidas en tanto sus consecuencias accesibles a la experimentación se verifican por ella. Y cuando el fracaso sobreviene, la reforma de las repetidas ecuaciones se ha de hacer de modo que las nuevas se confundan con las precedentes en primera aproximación.
Clara consecuencia de lo anterior es que, si bien se ha de huir del error en que cayeron quienes confundieron la confirmación experimental de los coro FUNDACIÓN
S Sh] JUAN O SS) TURRIANO
