ponde al (56, 3) del espacio euclideo, con lo cual desaparecen los términos en /—g.
En segundo lugar, es posible conservar la separación del espacio y el tiempo, lo cual supone el cumplimiento de las tres condiciones
Gu =0. i=ds2 3)
Naturalmente, con esto habremos dispuesto de toda la libertad de que gozábamos, y las ecuaciones (58, 1) serán ahora un sistema perfectamente determinado para deducir los potenciales gravitatorios.
59. Otro tipo de simplificación puede provenir de la naturaleza del problema que se plantee. Acudamos como ejemplo al caso más sencillo, equivalente al problema de los dos cuerpos que Newton abordó primero en la Mecánica celeste: un punto material que se mueve en el campo de una masa puntual. Diríamos en el lenguaje propio de las ideas fundamentales de Einstein: curvatura del espacio provocada por una masa puntual. Este es el problema que ha de resolverse para hallar la trayectoria de un planeta en presencia del Sol, sin acciones perturbatrices.
La solución completa de este problema no se ha encontrado, pero tampoco es necesaria, pues basta conocer los valores de las gir, O, particularmente, de las yix y f* con la aproximación exigida por la Astro ==] FUNDACIÓN = sh) JUANELO 3) TURRIANO
