concentrada en un punto, no puede responder a nin guna realidad, puesto que para hallar la longitud del 1 radio sería menester integrar di = (| =), dr desde r=0 al valor correspondiente a la circunferen cia, y dicha integración es imposible. Sin detenernos en razones analíticas, basta observar que nuestra reglilla de longitud propia constante, dl, al irla resbalando cantidades dr sobre el radio vector r, según se realiza en todas las mediciones de esta clase, y llegar a las proximidades de la circunferencia de radio a, avanzaría cada vez menos sin alcanzarla nunca, porque la constancia de dl exige la anulación
1/ simultánea de dr y (—A ". Pero mucho antes de
que tal ocurra, habremos alcanzado la superficie exterior del Sol, y las ecuaciones (58, 1) tendrán que ser reemplazadas por otras más complejas, a que más tarde me referiré; de suerte que los coeficientes grx que figuran en las expresiones del intervalo (59, 3) o (59, 4), no son aplicables. Para que la dificultad señalada se presentara dentro de los limites en que dichas ecuaciones son válidas, sería menester que m fuese más de dos millones de veces superior a la del Sol, ocupañdo igual volumen, o sea que la densidad fuese tres millones de veces mayor que la del agua.
61. Así, pues, la alteración de la métrica del es a FUNDACIÓN fi] JUANELO 2) TURRIANO
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