estudiar las desviaciones que y producen sobre los iones positivos y negativos que constituyen los rayos canales y catódicos en los tubos de vacío.
11.
Como decía antes de comenzar el bosquejo de las ecuaciones fundamentales para la teoría de los fenómenos electromagnéticos, y como caso particular de la luz, en ellas figuran explícitamente las velocidades con que se transportan los campos y las cargas eléctricas, de suerte que un cambio de sistema de referencia ha de modificar los fenómenos aparentes. De otro modo, cuando una vez estudiadas las leyes que los rigen para un observador que se halle en reposo relativamente al sistema en que aquéllos se producen, efectuamos en sus expresiones analíticas las transformaciones indicadas por el grupo de Galileo, con el fin de conocer las leyes que serán válidas respecto de otro observador dotado de un movimiento rectilíneo y uniforme relativo a aquél, hallamos diferencias que contienen explícitamente la velocidad y permiten determinarla. Fué Hertz quien primero hizo esta aplicación de las ecuaciones de transformación de Galileo, con lógica innegable en atención a las ideas dominantes en su época.
Las consecuencias que así se derivan están, sin embargo, en absoluta contradicción con los resultados experimentales. Citaré dos ejemplos que ofrecen el mayor interés y son típicos: