La coeducación sexual es un capítulo de la coeducación integral. Parcialmente instituída, por amorosos que sean los cuidados dedicados a la coeducación sexual, los resultados no arribarán sino a conclusiones parciales, discordantes y contraproducentes, en la mayoría de los casos.
La solución a que aspira es esencialmente humana. Y nada tan difícil de manejar como los más delicados resortes.
Sentado en principio que su realización aisladamente debe ser provisoria, definámosla, "sistema que consiste en reunir en la misma escuela y en la misma aula a varones y mujeres para darles una educación e instrucción equivalente".
Apenas tolerado en algunos países, libremente ensayado por unos, abiertamente preferido por otros, la coeducación sexual ha llegado a ser criticada hasta en el país que mayores beneficios le debe: los Estados Unidos.
En Alemania, Inglaterra, Holanda, Suecia, Noruega, gran parte de Suiza, son mixtas las escuelas primarias frecuentadas por protestantes.
Desde la edad de 10 a 12 años hasta la Univer-