"La experiencia universal prueba que la reunión de personas de los dos sexos es más favorable a la educación de la infancia por causas análogas a las que obran en el ánimo de las personas mayores para que se respeten más cuando hombres y mujeres están reunidos que cuando están separados.
"En los establecimientos mixtos se abstienen los varones porque están en presencia de niñas; y se abstienen las niñas porque están en presencia de varones. El pudor y el respeto ejercen mayor imperio de sexo a sexo, que entre niños del mismo sexo. Referiré uno de los muchos casos que pudieran citarse: Una sociedad popular del Uruguay fundó una escuela para varones, otra para niñas. Esta, dirigida por doña Julia S. de Curto, marchó bien. La otra, después de un cambio de maestro, se desordenó, y el desorden creció hasta punto tal, que los alumnos, muchos de ellos de 15, 16 y 17 años, llegaron a ser el terror del vecindario. La sociedad popular, después de haber agotado infructuosamente los medios disciplinarios usuales, se reunió para deliberar con tal motivo. No había dos opiniones: Era necesario poner fin al escándalo cerrando la escuela de varones. Ya se iba a votar cuando se anunció a la Directora de la Escuela de Niñas. Se la oyó con estupor: Iba a proponer, como remedio eficaz del mal, la reunión de aquellos desenfrenados con las niñas. La negativa fué unánime e instantánea. Ella insistió, razonó, empeñó su palabra.