e instrucción sexual y la transformación de la antihumana escuela actual en un hogar de niños y para niños, al aire libre, cerca del mar, en la montaña o en el llano cuando, en un futuro que deseamos siquiera entrever, el hombre se ha- ya convencido de que su único deber, del que todos los demás derivan, es mejorarse individualmente y superarse a sí mismo al dar vida a un nuevo ser.
Para el maestro auguramos la transformación de su actual profesión en divino apostolado.
—¿Qué medidas prácticas encaminarán a ello?
El profesorado tiene que ser necesariamente mixto. Sabido es que no se crea un organismo con una ley ni con un anhelo. Pero quizás determinadas medidas contribuyan a que se desarrolle lo larvado.
La enseñanza primaria está casi exclusivamente en manos femeninas. Y de esta casi exclusividad, como de cualquier desequilibrio, no son ventajas las que lógicamente deben esperarse. Siendo mixta la escuela para equilibrio y armonía de ambos sexos, por idéntica razón mixto debe ser el personal docente. ¿Cómo llevar al hombre a una ocupación míseramente retribuída? Dignificándola por el aumento de sueldo y sobre todo por la seguridad del ascenso: estableciendo el escalafón escolar.
Diráse que, así y todo, no se llegará jamás en la Argentina a equilibrar la proporción de maestros y maestras. Estoy de ello convencida. Por