alumnos experimentan ya la urgencia de verse científicamente orientados como "hombres" y como "mujeres".
Esta educación fortalecerá en la mujer el contralor de la razón para que ésta domine la emotividad exagerada, la superexcitabilidad nerviosa que ha permitido definir su psicología como la psicología de los extremos.
Como "mujer" y "madre" son sinónimos, esta educación sexual enseñará a la mujer a saber amar a sus hijos.
Teórica y prácticamente estudiará la puericultura.
Así se desarrollará en la mujer el sentimiento de la responsabilidad, de su dignidad como persona humana; el respeto hacia sí misma, el instinto de solidaridad universal.
Y como complemento práctico indispensable, debe ser anexada una "escuela maternal" a toda escuela primaria, donde las madres obreras dejen a sus hijos desde los 3 a los 6 años bajo la vigilancia y amable compañía de los escolares. Recién dejará de ser una utopía el "Jardín de Infantes" y las escuelas serán hogar de niños protegiéndose natural y mutuamente.
La "escuela-hogar" se acentuará en la enseñanza secundaria y universitaria, sobre todo femenina, con el establecimiento de las "salas cunas" donde las madres obreras dejarán a sus hijos menores de 3 años. Se llegará al ideal si este instituto de puericultura formara con el taller