dar á sus facciones una espresion de dureza.
Vestia un sombrero de felpa negro, levita de un paño azul, chaleco de merino, color de ante, corbata de raso negro con bastones punzoes y un pantalon de paño del color del levita.
Sobre los volados de su almidonada pechera resaltaba un ramo de flores.
Al pasar por delante de Cárlos le dirigió un cortés saludo.
—Ira de Dios!!! rugió el amigo de Arturo.
Este grito fué ahogado por el ruido de un carruage que en ese momento se detenia á la puerta del teatro, Cárlos quiso arrojarse furioso sobre el del saludo; pero Arturo que lo detuvo, y la concurrencia que en ese momento se agolpaba á la entrada, pues acababa de levantarse el telon, le impidieron realizar su deseo. A fuerza de ruegos y tirones consiguió Arturo alejar á Cárlos de la puerta del teatro.
—Miserable!! gritaba éste pugnando por desacirse de los brazos de su amigo.
—Miserable quién? voto á una manga de demonios! preguntaba Arturo,que no habia visto otra cosa que el enojo de su amigo.
—Quién? quién? El......él mismo.
—Pero ¿quién es él por vida de mil santos?
—Lo ignoras? No has visto en el pecho de ese hombre aborrecido el ramo de flores que regalé á Camila esta tarde?
Ah si!.... Su sonrisa.... Su sonrisa no me