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¡Deja de encantar
con tu voz sonora!
¡Dejame señora
hoy triste penar
y triste acabar
mi vida afligida,
que no quiere vida
que no puede amar (2).
D. B. V.
A MANUELA ROSAS
Tu vis...? de quelle vie, ô ciel...!
Dans le cuivre et le plomb diamant enchâssé,
Qui Dieu laissa tomber sur la route des anges
Ay! infeliz de la mujer que ignora
la misión que en sus manos puso Dios,
y con ojos enjutos considera
las víctimas que lloran de dolor.
Y en torno a los escombros y ceniza
que un hombre con su cólera sembró,