Cuantas veces la filgida espada
de su diestra se viera humeando
cuantas veces se viera guerreando
si a impedirlo no fuera el amor.
De la patria los fieles guerreros
no permiten que tal generala
de tu esfuerzo en la lid haga gala
peligrando tu vida y valor.
Ya la veis argentinos amados
por los muros entrar coronada
ya la veis a una voz proclamada
por la madre del pueblo más fiel.
En los fastos del hórrido Marte
las edades serán celebrada
a Manuela, serán coronada
con el lauro debido al valor.
Tú mostraste valor en la guerra
de Mavorte las huellas siguiendo,
y en la paz el encanto vas siendo
con la lira que Orfeo te dió!
Esas manos de nácar precioso
que el acero en la lid empuñaban,
a las arpas envidia causaban
si el piano pulsabas veloz.
¡Oh dichosos los ojos que vieron
serpear en los fortes pianos,
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