Esta página ha sido corregida
LA ORQUÍDEA
Soy un ensueño oriental,
Soy el delirio de una hada,
Una sílfide encantada
Por un ardid sin igual.
Soy una fior de cristal
En donde yace un anhelo;
Me vi prendida en el velo
De una reina japonesa;
La noche al venir me besa
Por un encargo del cielo.
Soy el alma de un fakir
De la región del Juncal,
Que por un extraño mal
Hubo al fin de sucumbir.
Después que le vi morir
Llevóme una bayadera
De rostro color de cera;
Y pasé mi vida toda
Bajo una obscura pagoda
En un vaso de madera.