Página:Cantico de Navidad.djvu/121

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 101 —

Efectivamente habia acertado. La admiracion fué general, si bien algunas personas objetaron que á la pregunta: «¿Es un oso?» debia haberse contestado: «Sí,» tanto más, cuanto que á la respuesta negativa, muchos habian dejado de pensar en Scrooge para buscar por otro lado.

—En medio de todo ha contribuido muy especialmente á divertirnos, dijo Federico, y seríamos sobre toda ponderacion ingratos, si no bebiéramos á su salud. Cabalmente todos empuñamos ahora un vaso de ponche de vino; por lo tanto: á la salud de mi tio Scrooge.

—Sea: á la salud del tio Scrooge, contestaron.

—Felices Pascuas y dichoso año para el viejo, á pesar de su genio. El no aceptaria este buen deseo de mi parte, pero se lo tributo sin embargo. A mi tio Scrooge.

Scrooge se habia dejado dominar de tal modo por la hilaridad general, experimentaba tanto descanso en su corazon, que de buena gana hubiera tomado parte en el brindis, aunque nadie sabía de su presencia allí, y pronunciado un buen discurso de gracias, siquiera fuese desoido, á no ser porque no se lo permitió el fantasma. Hubo cambio de escena. Cuando el sobrino pronunciaba la última palabra del brindis, Scrooge y el espíritu comprendieron de nuevo el curso de su viaje.