perteneciente al ajuar! Tambien se sospecha, con bastante seguridad, que se ha tragado un pavo de azúcar que estaba adherido á un plato de madera. ¡Qué satisfaccion cuando se averigua que aquella imputacion es falsa! La alegría, el reconocimiento, el entusiasmo son indefinibles. A lo último, habiendo llegado la hora, se van retirando poco á poco los niños; suben los peldaños ligeramente, se meten en su cuarto y la calma renace.
Entonces Scrooge, prestando mayor atencion, vió que el padre, á cuyo brazo iba tiernamente asida la hija, se sentaba entre ésta y la madre, junto á la chimenea, y no pudo menos de ocurrírselo que á él tambien hubiera podido darle el nombre de padre una criatura semejante á aquella, tan graciosa y tan linda, y convertirle en una lozana primavera el triste invierno de su vida: sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Bella, dijo el marido volviéndose con una duce sonrisa hácia su mujer, esta noche he visto á uno de vuestros antiguos amigos.
—¿Quién?
—¿No lo adivinais?
—¿Cómo?... Pero ya caigo, continuó riéndose como él; Mr. Scrooge.
—El mismo. Pasaba por delante de la ventana de su despecho, y como tenia sin echar los tableros, no he podido menos de