Página:Carnelli Quiero trabajo.djvu/91

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

— 89 —

hubiese escapado con alguno si hubiese tenido la suerte de conocerlo. Es que era medio loca; y mis viejos también, pero por el otro lado, les daba por la decencia a ellos; no querían que escuchara tangos. Pero estaban listos, me iba al cuarto de mi hermano y allí toda la tarde revisándole cajones. Cartas, revistas alegres; ¡y qué fotografías, qué libritos! Un buen reo mi hermano.

““Déspués sentábame frente al fonógrafo, un aparato de corneta que daba risa, y meta tan- go. ¡Las cosas que pensaba! De todo. En irme a Europa, a Norte América; en ser doctora, ingeniera, artista, una eminencia, que todos tuvieran que hablar de mí. Después se me iban esos ““berretines*” y pensaba en prostí- bulos, cuando el tango se hacía más tristón yo pensaba en prostíbulos. ¿Qué harían las muje- res allí? ¿Cómo vivirían? ¿Qué sería aquello? Me daban muchas ganas de ser como esas y meterme adentro, para que me quisieran los hombres y para bailar tangos.

No conocí nunca chorros, pero me enamoré de un pescador.

¡Qué linda cara! no he visto nada igual, y lo que más me gustaba era que usaba pa- ñuelo al cuello y se echaba el sombrero para atrás.