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AQUELLA TARDE, EN TU CASA
A
quella tarde, tu casa la espalda a los vientos daba;tu activa madre cosía, leías tú, yo soñaba.
Muy fría estaba esa tarde, pero en tu casa ¡qué extraño!
reinaba suave calor que a mi alma hacíale daño.
¡Ah! de mi madre la ausencia sentí esa tarde, comprendo.
Madre:¡quién juntas nos viera cosiendo tú y yo leyendo!