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y que despues de largos años de servicio se hallaba cargado de familia y pobre como tantos otros militares que se habian distinguido en aquella guerra. "Yo soi el ménos digno entre todos, dice él mismo, que a imitacion de mis padres he continuado esta guerra mas de cuarenta años, padecido en un cautiverio muchos trabajos, incomodidades y desdichas, que aunque fué feliz en el tratamiento y agasajo, no por eso me escusé de andar descalzo de pié y pierna, con una manta o camiseta a raiz de las carnes, lleno de pulgas y otros animalejos que me daban fastidio; que para quien estaba criado en buenos pañales y en regalo, el que tenia entre ellos no lo era: y con todo esto me tuviera por premiado si llegase a alcanzar un pan seguro con que poder sustentarme, y remediar en algo la necesidad de mis hijos, que por natural amor que he tenido de servir a S. M. (aunque conozco la poca medra que por este camino se tiene), los he encaminado a los cuatro que tengo, a que sirvan al rei nuestro señor."

En sus últimos años Bascuñan ocupó un empleo importante. Habiéndose anunciado que algunos corsarios amenazaban las costas meridionales de Chile, fué necesario proveer el cargo de gobernador de Valdivia en un militar de reconocida competencia. "Nombramos para este cargo, dice la real audiencia de Lima, que en 1674 rejia interinamente el vireinato del Perú, al maestre de campo jeneral don Francisco de Pineda Bascuñan, que actualmente está gobernando aquel presidio y en el último bajel que llegó por el mes de junio, no se han recibido cartas suyas, si bien las de algunos castellanos y mílites se remiten a la relacion que dicen envia del estado en que halló la plaza especificando algunas circunstancias [1]. Esta es la última noticia que existe acerca del autor del Cautiverio Feliz.

Don Francisco de Bascuñan ocupó los últimos años de su vida en escribir el libro que ahora sale a luz por primera vez. Poseia los conocimientos mas vastos que era posible adquirir en la colonia, habia estudiado muchos autores latinos y algunos padres de la iglesia, y se habia aficionado a ese jénero de literatura empalagosa por las referencias y citaciones inconducentes que se cultivaba en España en la segunda mitad del siglo XVII. Natural parecia que el viejo soldado de la guerra araucana, queriendo escribir las aventuras de su mocedad, hubiera compuesto un libro en estilo llano, vulgar si se quiere, en que hubiera consignado sus recuerdos tal como se agrupaban a su mente. Así escribieron Bernal Diaz del Castillo y Góngora Marmolejo, y nos legaron libros admirables por su candor y sencillez, y preciosos como documentos históricos. Pero Bascuñan era demasiado literato para que siguiera ese ejemplo: quiso ostentar sus conocimientos, y nos dejó un libro in-

  1. Relacion que la Real Audiencia de Lima hace al Exmo. señor conde de Castelar, marques de Malagon, virei de estos reinos, del estado de ellos i tiempo que los ha gobernado en vacante, 1.º de agosto de 1674. Ms.