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HISTORIADORES DE CHILE.

CAPITULO XI. En que se prosigue la conversacion del cacique Quilalebo, refiriendo nuestros. on malos tratos. id qto una 14 De la conversacion de nuestro viejo Quilalebo vamos sacando algunas consecuencias directamente encaminadas a la dilacion de esta guerra de Chille, que es el principal blanco a que este verdadero libro se encamina. dating Volvió el cacique a cojer la hebra de su principiada plática y a desenvolver el ovillo de su lastimado corazon, trayendo las memorias antiguas de nuestros mal atentos antepasados; habiendo quedado en la inhumanidad de los nuestros en herrar y quemar los rostros a sus descendientes, mujeres, hijos, deudos y parientes: que en esta esclavitud injusta se funda mi opinion y mi discurso para la perpetuidad de esta sangrienta guerra, y para la poca estabilidad en las paces que ha tenido y tendrá en adelante este reino, corriendo por el stilo que hasta aquí han corrido los gobiernos; de que se han orijinado grandes ofensas de Dios en descrédito de su fee santa y desdoro de nuestra lealtad cristiana, haciendo esclavos a muchos inocentes, saliendo de los límites que por la cédula real son permitidos, como se verá en algunos casos particulares que adelante se irán manifestando. rechaunis Prosiguió Quilalebo su principiada plática, diciéndome: ¿cómo pueden (capitan amigo) reducirse nuestros naturales a la obediencia y sujecion de los españoles (como os lo tengo imposibilitado) si han reconocido y experimentado en algunas ocasiones sus fraudulentos tratos y sus mentiras, con dañadas intenciones? como las que experimentó el gobernador Ancanamon, que con pretexto de promulgar paces y medios de conveniencias para los unos y los otros, admitiendo vuestros mensajeros con todo amor y agasajo, le vinieron a ofender y a inquietar las mujeres en su casa; y no contentos con esto, habiendo salido de ella a los distritos de la costa a proponer y a asentar los medios de paces que nos ofrecian por medio de un padre de la compañía, que decian era gobernador, ántes de volver a ella, se la robaron los embajadores y le llevaron tres mujeres, las mas queridas y estimadas. Con estas acciones y otras que os pudiera decir, ¿cómo pueden dar crédito a vuestras razones, ni tener fee ni confianza en la palabra del Rei, como decis vosotros, que no puede faltar? En otras ocasiones han dado la paz y sujetádose algunas parcialidades, y debajo de estos tratos han entrado a maloquearlos, degollando y cautivando a los pobres engañados, que salian al camino a recebirlos con canelos, que son insignias de paz, y con camaricos y repuestos de chicha, carne, yerba para los caballos y otras cosas; y sin resistencia ni repugnancia alguna se llevaban las mujeres, hijos y hijas para herrarlas y venderlas como negros. ¿Esta es la palabra del Rei que decis vosotros que no puede faltar? esta la cristiandad y justificacion de vuestro Dios?