consumiéndola y acabándola con muchedumbre de leyes. Que bastaba para conocer y abrirnos los ojos lo que nos dice Dios por su profeta Osseas scribam el multiplices leges: amenazando a Ephraim, dice
- que su gobierno será de muchas leyes; pues ¿cómo han de ser muchas, sino son mas que dos las universales, divina lei y humana? la divina fundada en cristiandad católica, y la humana en razon y justicia, y en lo natural; y dice por Osseas que castigará a Ephraim con muchas leyes. No he visto interpretacion ninguna de este lugar; mas tengo por sin duda, que por las muchas leyes se entienden los muchos letrados, porque cada uno tiene su lei, glosándola o interpretándola como se le antoja, o contradiciendo la verdadera lei con la mente de su pensar y discurrir. Y estas son las muchas leyes que da Dios N. S. a los reinos y repúblicas, para el castigo y menoscabo de ellas. Quiera su divina Majestad que con tiempo se reconozcan y mediten estas verdades que como leal vasallo del Rei N. S. tengo insinuadas, para que no se acaben de aniquilar y consumir nuestras provincias.
CAPITULO XXXI.
cimale En que se prueba lo dicho de los letrados con un párrafo del Libro de los Sueños del Dostor don Antonio Maldonado, catedrático que fué en la real universidad de la ciudad de los Reyes, que es al pié de la letra como se sigue. En el libro undécimo, párrafo segundo, dice el citado doctor las siguientes palabras, de la suerte que estan formales en el citado Libro de sus sueños. § 2.º y Tambien son armas y milicia la jurisprudencia en órden a la justicia pero estas se pierden en la espesura de las leyes, y solo se hallaron en aquella edad de oro, cuando la mesma vergüenza gobernaba los pueblos sin lei alguna escrita, porque apellida la verdad un abogado mas para.... que para hallarla: y apellidándola, trata interiormente de escurecerla, como el tirano, que apellidando la libertad de la patria, el intento es tiranizarla. Por esto la verdad desterrada de los jurisprudentes, recibió Franconio, rei de Dana, en el amparo de sus armas, mandando que todo pleito y diferencia se determinase por armas. Aprobó esta monomaquia Federico emperador: guardáronla los Longobardos hasta su rei Rotaro, y vuestros gloriosos projenitores cometieron la verdad dudosa al rigor de ellas; de adonde nació el combate de Diego Ordoñez con los tres hijos de Arias Gonzalo por la muerte del rei don Sancho y traicion de Vellido Dolfos, y el de Pedro Bermudes con los condes de Carrion por el aleve de doña Elvira y doña Sol. España, reino dado a la verdad y honra, y por eso a las armas, en muchos años y siglos no admitió las leyes ni jurisprudencia, gobernándose por la mano real y no por la lei escrita. Ya las admitió: vea-
