conforman todos con Aristóteles, que no se tiene la verdad en lo que de muchas maneras se entiende. philnog nd teolls Mas, quiero conceder que alguno las ha entendido: ¿tiénelas todas de memoria? Esto es mas anjélico que humano, y la memoria es infiel depositaria, que no vuelve el depósito enteramente; cáense de ella las cosas como del árbol las hojas secas con el tiempo, y por eso se llama frájil, porque quiebra como banco. Pero doi que la incansable letura socorra, y el verdadero entendimiento de lo estudiado y la feliz memoria de lo entendido favorezca. Llego al punto de juzgar. Este jurisprudente juzga que este punto es blanco, porque la lei lo tiene por blanco, o porque su juicio le da ese color; otro, con otros fundamentos de derecho, afirma que es negro: uno de los dos yerra, porque la verdad es una, y entre estos dos opuestos que se embisten, la luz del farol del entendimiento del juez se aniega como nave entre olas contrarias, y el lienzo de la razon y su castillo encumbrado (que es el entendimiento), combatido y desmantelado con tantos tiros de la disputacion, se congoja y aflije y no atina a la verdad, porque mal producirá consejo sano si estan los órganos combatidos y enfermos; y en fin rompe la nube con la fuerza de los contrarios, y el rayo desatinado de la determinacion sale violento, y casualmente topa aquí o allí, destroza y mata; y éste, vencido, se queja de agravio, y aquel, vencedor, y......, aun no queda seguro, porque aun le restan segundas y terceras tempestades de apelacion y suplicacion, que desharán lo hecho y renovarán lo determinado, atento lo nuevamente alegado y probado, aunque no haya mas de nuevo que el parecer. Este es el párrafo, al pié de la letra sacado del Libro de los Sueños del doctor don Antonio Maldonado de Silva, catedrático que fué en la real universidad de la ciudad de los Reyes, de experiencias grandes, y de cristiano celo y ajustado proceder, segun el comun sentir, que aun entre sueños no pudo dejar de decir lo que tan praticado vió despierto. 81102 115 Soraya usor cum ano. Y aunque he dado a entender en el antecedente capítulo algunos dictámenes, con apretadas razones, de autores graves y historiadores de las Indias sobre esta materia; por lo que importa a nuestra real corona el conocimiento de estas claras verdades, repetiré (de mas de lo dicho) lo que en las manos me han puesto varios escritores, y lo mas que insinuó el arzobispo Villarroel, de buena memoria, acerca de los abogados. Quam prompte (dice) apud advocatos rationes venantur, textus congeruntur, ut veritas offuscetur, etc. juntan y amontonan textos y leyes para que la verdad se ofusque, y la justicia se enrede. Y sobre esto dijo Tito Livio: sed nondum hæc quæ nunc tenet sæculum, negligentia Deum venerat, etc.: no tan solo amontonan cantidad de textos y ley es para escurecer la verdad, que es el corriente stilo de estos desdichados siglos, sino es tambien que a Dios no conocen como debieran, pues tibiamente y poco mas o menos le veneran. Estas mal encaminadas acciones ¿de qué se orijinan y provienen? Diré, segun mi pensar, lo que alcanzo: porque
