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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

los jueces y abogados no son a la voluntad de Dios ceñidos los mas dellos, porque la justicia las mas veces se pone en poder de la juventud lozana, y no en la madurez de los seniles años; que, como dijo el arzobispo Villarroel, de buena memoria, el nombre de senado se orijinó de senes: nonne (dijo) senatus a senibus? cur in senatu juvenes? Diólo así a entender Cristo S. N. por el profeta Isaias, diciendo: Dominus ad judicandum veniet cum senioribus populi sui: vendrá el Señor a juzgar con los ancianos de su pueblo; en cuyo lugar nuestro citado arzobispo dijo: vide quam sint prudenter præficiendi senes, pues dice Isaías que han de venir a ser jueces. A estos como consiliarios y asesores los ama Dios, y los engrandece. San Ambrosio, despues de muchas razones en alabanza de los ancianos, acaba con las siguientes: Ergo urbs tota solidatur adque augetur cætu seniorum sapientum. Aparece Cristo nuestro bien al apóstol y evanjelista San Juan, quien certifica, que le vió con la cabeza y cabello albo como lana blanca, siendo así que nos le pinta Salomon en los Cantares con la guedeja negra: come ejus sicut elute palmarum, nigræ quasi cornus; a cuya disparidad responde definiendo el doctor Sylveira, poniendo la dificultad: si nigri (dice) quomodo candidi? Nigri (responde) ad ostendendum juvenile robur, candidi vero ad denotandum judicis habitum, ornamentumque probatæ sapientia. En este lugar dijo Blacio Vegas sect. 9: verdaderamente que aquí parece Cristo S. N. cano porque representa la autoridad de juez, en lo cual es necesario el conocimiento que por las canas se ostenta; son sus palabras: merito hic canus apparet qui judicem refert. connor dol na El Profeta Daniel hablando de Cristo S. N. dice: vestimentum ejus candidum quasi nix, et capilli capitis ejus quasi lana munda; en cuyo lugar San Gerónimo dijo: senex describitur, ut maturitas comprobetur sententiæ. Otros muchos lugares sagrados y santos doctores aseguran y acreditan esta verdad, demas de que la experiencia nos lo muestra cada dia, pues es cierto que cuando han gobernado estos remotos reinos y provincias de las Indias las canas y maduros años, se ha reconocido en los superiores, vireyes, presidentes y gobernadores celo ardiente del servicio de Dios (que es la puerta principal por adonde deben entrar los que gobiernan), desvelos anhelosos en el aumento y conservacion de nuestra cristiana monarquía, caridad ardiente para con los pobres soldados beneméritos, socorriéndolos con ayudas de costa a la suya, con dineros proprios, y acomodándolos en los oficios que han sido a su cargo, lastimándose de sus trabajos, honrándolos con palabras y obras, como verdaderos ministros del Rei nuestro señor. A la contra de otros mozos afectados y sin canas, que les parece han de ser perpétuos en esta vida, segun viven y segun obran, pues no atienden a otra cosa que a sus medras y aumentos, en perjuicio del comun de las repúblicas, aborreciendo y despreciando a los ancianos envejecidos en el servicio de su Real Majestad, haciendo chanza y menosprecio de sus méritos y de sus trabajos, y de las cédulas reales con órdenes del Rei N. S.; pues solo cuidan de dar