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Ochenta y dos muertos, ciento ochenta y dos lesionados graves, ochenta menos graves y ciento ochenta y cinco lesionados leves es el reguero de pesar que deja el sismo. Sin embargo, hay algo más que, por cierto, no puede comprarse con las vidas perdidas, y los hombres y mujeres que podrán quedar inválidos y que tendrán, muchos de ellos, aunque heridos no muy graves, largos días para poder reincorporarse a sus hogares y a la producción.

Estas provincias han sido azotadas en el campo, en la industria, en los servicios públicos fundamentales. En el caso, por ejemplo, de Valparaíso, las industrias textiles fundamentales, y un número crecido de industrias pequeñas y medianas, no podrán seguir trabajando de inmediato. Ello significa amenaza de cesantía e inquietud para muchos hogares. De la misma manera ocurre en el departamento de Petorca y en Illapel. También hemos sufrido serios daños en a planta de ENAMI, en Las Ventanas; en el puerto de San Antonio; en la ENAP de Concon y, en cuanto a los servicios públicos, el daño es muy crecido en los hospitales; 19 de ellos están inservibles fundamentalmente los de Combarbalá, Illapel, Melipilla y Casablanca.

Un somero estudio nos indica que debemos invertir más de nueve millones de escudos para reparar los hospitales y los consultorios. También hay que señalar la destrucción de un número crecido de oficinas públicas, y no menos de cuarenta comisarías y retenes de carabineros.

Quiero señalar la magnitud del sismo diciéndoles a ustedes que en la Provincia de Coquimbo el 30 por ciento de las viviendas están dañadas. En Aconcagua, el 40 por ciento, en el departamento de Petorca. En Santiago, el cuatro. En Valparaíso y Viña, el 32 por ciento. Un dato más preciso nos hace ver que en Illapel hay 718 casas que no pueden ser habitadas y 298 semidestruídas. Es por eso que este día, que es el Día de la Dignidad, tiene que ser el Día de la Solidaridad, y aquellas provincia y aquellos hombres y mujeres de Chile que fueron azotados por el viento, por la lluvia y por la nieve, tendrán que tener coraje como el resto de nuestros compañeros como el resto de los ciudadanos, para levantarse y estar junto a las provincias azotadas por el terremoto. Así Chile demostrará su entereza y la voluntad del pueblo (APLAUSOS).

(SIGUE)