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PRESIDENTE: Es es un momento duro, difícil, las orejas del fascismos están en las calles, la insolencia fascista está en las calles, la provocación está en las poblaciones, estamos viviendo una etapa anormal. Frente a esta etapa ¿Qué cabe? El enfrentamiento. Lo rechazo, rotunda y categóricamente. Ud comprende - le he dicho - maleantes y algunos obcecados fascistas, son 600 personas; imagínese, 10 mil o 20 mil obreros en el centro marchan apoyando a su Gobierno. Bueno, ese no es el problema. Entonces no es la represión ni es lanzar la fuerza pública, ni es una actitud de violenta represión que pueda llegar a obligar a usar las armas, porque muchas veces los instigadores y los responsables se arrancan y cae gente inocente. Entonces ¿Qué salida política tiene? Una salida política que interesa a todos los chilenos; para nosotros, por ejemplo, hay una meta: Marzo. Uds. comprenden que si en marzo el electorado, la voluntad de las urnas es drásticamente contraria al Gobierno, bueno, yo tendré que darme cuenta que graves errores hemos cometido cuando la gente no vota por nosotros. Entonces, tendré que preguntarme seriamente: bueno, ¿qué pasa en este país? O por último voy a decir; el equivocado soy yo.

A la inversa: si la gente vota por nosotros en un porcentaje alto, por último, si se produce lo que es muy posible, que haya casi un equiparamiento de fuerzas, habrá que entender que la gran mayoría quiere cambios. Porque si nosotros pensamos lo que ha dicho Tomic en su campaña, en lo que dice la Democracia Cristiana, y pensamos que hay trabajadores, obreros, empleados, campesinos Democratacristianos, si vemos que Vogel firma un llamado, una comunicación antifascistas - Ud. mismo está señalando estos hechos -, bueno, quiere decir que no el 50%, sino el 70% de los chilenos, está por los cambios. Bueno, busquemos la manera de realizarlos, que no implique violentar la conducta, la apreciación de la gente; por ejemplo, ahí está el caso del Congreso. Yo siempre sostuve mi pensamiento: sí era posible abrir el camino del socialismo en pluralismo, en democracia y libertad, siempre que el régimen en Chile institucional fuera flexible, que entendiera.

SIGUE.-