ESTIMADOS COMPATRIOTAS:
En un día de tanta significación como es el de hoy, "Día Internacional de la Mujer", quiero hacerles 1Iegar mi saludo fraternal a todas las mujeres chilenas, especialmente a la campesina, profesional, obrera o simplemente dueña de casa.
Nuestra nacionalidad es -en gran medida- fruto del esfuerzo, abnegación y sacrificio: de nuestras mujeres.
Los chilenos tenemos Madres de la Patria; heroínas que con sus ejemplos iluminan el camino de nuestras vidas.
Hoy quiero invitarlas a ustedes compañeras a que recordemos con gratitud y emocionado orgullo, a Fresia, Guacolda, Tegualda, Paula Jaraquemada, Cornelia Olivares y a Javiera Carrera, mujeres que contribuyeron de manera decisiva a que Chile forjara su condición de país libre, democrático y soberano.
Evoquemos también a aquella chilena nacida en un hogar modesto; de hablar delicado, de apacible mirar y de una inmensa fuerza espiritual.
Una compatriota que no tuvo hijos propios y que sin embargo fue y es la madre de generaciones de niños. Una maestra de provincia Lucila Godoy Acayaga, Gabriela Mistral, nuestro primer Premio Nobel de Literatura.
Al hablar de la mujer, hablamos tambien del niño. El binomio madre y niño es una de las preocupaciones fundamentales del Gobierno que presido.
Cuando he sostenido, que el único privilegiado en Chile es y será el niño, lo he afirmado considerando que no es una entidad individual, sino vital e indisoluble y biológicamente enlazada a la madre que le da su vida.
No creo que este sea el momento adecuado para hacer un recuento, de lo que ha hecho mi Gobierno en favor de la mujer chilena.