Nadie lo sabe mejor que la compañera anónima, tradicionalmente oprimida y desposeída, que ahora conoce una vida distinta, porque al fin se le ha restablecido en su dignidad de mujer.
No podía ser de otro modo, por cuanto este es un Gobierno para ustedes, queridas compatriotas, y porque yo puedo afirmar con plena autoridad, que uno de los principios que ha orientado mi vida política es y ha sido mi permanente insistencia en otorgarle a la mujer las prerrogativas que le corresponden y que le habían sido secularmente desconocidas.
Hace justamente un año, también les envié un breve saludo en este día de conmemoración universal. Desde entonces hasta hoy, hemos avanzado mucho, y cada día adelantaremos más, todos juntos, mujeres y hombres, férreamente vinculados en una noble misión: edificar una patria más libre, más democrática y más humana.
La Patria es también mujer y en sus entrañas está latiendo un Chile distinto. No hay mujer que no tenga responsabilidad y cabida en esta apasionante empresa. Nuestra lucha es por Chile y su gente, y esencialmente lo hacemos para la mujer chilena alcance los derechos legales, sociales y humanos que es indispensable y justo otorgar.
En el día de hoy más que nunca, estoy junto a ustedes, queridas compañeras y amigas, junto a la mujer chilena.
TRANSCRIPCIONES O.I.R./vvp.cih.-