No soy yo el que emite un juicio que pudiera calificarse de impropio, sin base. Son los hechos emanados de los testigos; son los hechos que nacen de los interrogatorios; son las pruebas aportadas, son las denuncias públicas, son las propias palabras condenatorias de los Senadores norteamericanos integrantes de la Sub-Comisión o presentes en la etapa investigadora, las que me permiten aseverar lo que digo, y mantener lo que sostengo. La presión de la ITT sobre el Gobierno de Estados Unidos, ha quedado la comprobada en la sesión del 20 de marzo de este año. Jack Neal, un alto ejecutivo de la ITT, reconoció que la ITT propuso al Gobierno de Estados Unidos, una cantidad de hasta siete cifras, para que el Gobierno norteamericano actuara en Chile antes que el Parlamento se reuniera para elegir al Presidente de la República, de acuerdo con nuestras normas Constitucionales.
Neal, reconoció también, que la ITT, en octubre de 1971, propuso al Gobierno de Estados Unidos un plan de 18 puntos para derrocar al Gobierno de Chile.
En esa misma sesión, John Mc Conne, ex Dictador de la CIA, funcionario de la ITT, reconoció el 21 de marzo, un día después a la cita anterior, que su destino era fortalecer un tipo de coalición en el Congreso, que se opusiera a la candidatura del actual Presidente de Chile.
Además quiero, traer a la memoria de ustedes, las confesiones de funcionarios del Gobierno que propiciaron acciones en contra del pueblo y de Chile. En la sesión -también del 21 de marzo- John Mc Conne, Directos de la CIA en 1964, cargo de la más alta confianza del Gobierno norteamericano, dijo al ser interrogado sobre si la CIA había ayudado a una candidatura en 1964, este replicó que esa fue la política de todo el Gobierno de Estados Unidos , de apoyar esa candidatura en contra de la de Allende.
No son mis palabras, no son suposiciones, no es un aventurado juicio; son declaraciones hechas públicas, son confesiones de culpabilidad, que reflejan la decadencia moral de aquellos que no trepidan -para defender sus intereses- en inmiscuirse y crear dificultades internas, caos económico y aún enfrentamientos en pueblos cuyo único delito es luchar por su dignidad y por su independencia.