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Página:ChFSA FD1197306170(1).djvu/12

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El señor Cerda, desde el propio Ministerio del Interior, pidió hablar conmigo y yo accedí. Me manifestó que un grupo de mineros estaba en la calle República con Alameda y que la situación de ellos era difícil porque se temía un enfrentamiento. Frente a su petición le dije que no podían avanzar hacia el centro de Santiago, pero que podían hacerlo dos o cuatro cuatro cuadras. Más que eso, si quieren, les dije, lleguen hasta frente al Edificio de ENTEL, al local de la Democracia Cristiana. Pero no hagan concentraciones, no están autorizadas. Santiago está tenso. Puede en cualquier momento provocarse un hecho que desate un enfrentamiento.

No le estaba sugiriendo que llegaran hasta el local de la Democracia Cristiana con el propósito —como se ha dicho— de impedir políticamente la marcha de los mineros. Estaba diciéndoles que podían cobijarse, que podían entrar en el local. Lamentablemente se hicieron actos públicos y hablaron allí parlamentarios democratacristianos y del Partido Nacional. Senadores que nunca antes entendieron que habían obreros en este país, convertidos en líderes de la defensa de los trabajadores.

Sin embargo, el Gobierno actuó con tino y no quiso violentar las cosas e impidió que los trabajadores adictos al Gobierno se volcaran a la Alameda, hasta frente al local de la Democracia Cristiana, frente a los locales de las Universidades de Chile o de la Católica y, por cierto, hemos respetado y respetaremos el Congreso, el recinto del Congreso. Pero hay que señalar una vez más, que frente a la actitud del Gobierno y de los trabajadores adictos a él, ha estado el aprovechamiento político y la intención de un grupo minoritario pero audaz, fascista y subversivo, que está actuando permanentemente desde que asumiéramos el mando del país. Es el mismo que trató de impedir que llegáramos al Gobierno y que realizó su nefasta labor desde el 4 de Septiembre hasta el 3 de Noviembre de 1970. Son los mismos que llegaron con su insanía hasta cometer el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, General Schneider.