He señalado ya que un 30%, o casi un 40% de las industrias están trabajando tan sólo en un 25% o 20% de su capacidad. Les falta el insumo, las materias primas. Basta poner un ejemplo: A IANSA, le falta materia prima y hay industrias de IANSA que están produciendo un 10%, un 14% y otras menos de un 2% de su producción.
Esto significará un drama en el abastecimiento de azúcar, que se sentirá en los próximos meses. Tendremos que importar una mayor cantidad de azúcar, que es difícil de encontrar en el mercado. Y si la encontramos, tendremos que pagar un precio extremadamente alto. Si no la encontramos, a pesar de que estemos dispuestos a pagar el precio, el país, la población, carecerá de azúcar como consecuencia de este paro.
De la misma manera he señalado las dificultades que tendremos para la siembra de primavera si acaso no llegan a tiempo las semillas, los abonos y los insumos. Y esto lo sufrirá también la población. He hecho presente que la gran minería también está amenazada por la falta de petróleo, de combustible. Es tener que disminuir su ritmo de producción, con las consecuencias trágicas que ésto trae aparejado para el país en cuanto a divisas.
He destacado que los pescadores pierden su esfuerzo, porque no hay cómo transportar la pesca a los centros de consumo. He hecho presente que lo mismo sucede con los pequeños y medianos agricultores con sus productos. Y la población, sin embargo, carece de ellos y éstos se pudren en las zonas agrícolas. Y las cifras reflejan que sólo un 50% de la leche llega a las empresas industrializadoras, y el resto se pierde. Y miles de niños no pueden tomar leche. Esta es la agresión a la economía. Esta es la consecuencia del paro. Esto lo sufre Chile por los transportistas.