otra parte, hay especies galapaguinas de Oniscia y Stylifer, géneros comunes a las Indias Occidentales y a los mares de la China e India, pero que no se han encontrado ni en la costa occidental de América ni en la central del Pacífico. Cúmpleme añadir aquí que después de la comparación, hecha por les Sres. Cuming e Hinds, de unas 2.000 conchas procedentes de la costa oriental y occidental de América, no se halló mas que una sola concha común, a saber, la Purpura patula, que habita las islas occidentales, la costa de Paraná y los Galápagos. Tenemos, pues, en esta parte del mundo tres grandes provincias marinas conquiliológicas enteramente distintas, aunque sorprendentemente próximas unas a otras, pues sólo están separadas por largas zonas, ya de tierra, ya de mar franca, al Norte y al Sur.
Gran empeño puse en recoger insectos; pero, exceptuando Tierra del Fuego, nunca vi un territorio tan pobre en este particular. Aun en las regiones altas y húmedas hallé muy pocos, fuera de algunos diminutos Dípteros e Himenópteros, en su mayor parte comunes en todo el mundo. Como antes he advertido, los insectos, para ser una región tropical, tienen pequeñísimo tamaño y colores obscuros. De coleópteros recogí 25 especies (sin contar un Dermestes y un Corynetes, importados a todos los lugares en que tocan los barcos); dos de ellos pertenecen a los Harpálidos; dos, a los Hidrophílidos; nueve, a las tres familias de Heterómeros, y los 12 restantes, a otras tantas familias diferentes. Esta circunstancia de que un contado número de insectos (y puedo añadir también de plantas), aunque pocos en número, pertenezcan a muchas familias diferentes, es, según creo, muy general. Mister Waterhouse, que ha publicado [1] una relación de los insectos de este archipiélago, y a quien debo los
- ↑ Ann. and Mag. of Natural History, vol. XVI, pág. 19.