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chiloe y concepción.—gran terremoto

vino, sacaba de las materias de desecho una esencia de delicado aroma; mediante otro procedimiento se procuraba un melado dulce o miel, según su propia expresión. Durante esta estación del año los chiquillos y los cerdos se pasaban la vida en el huerto y en él se alimentaban.


11 de febrero.—Salí con un guía para una breve excursión, en la que logré ver muy poco, así de la geología del país como de sus habitantes. Cerca de Valdivia escasea el terreno desmontado; después de cruzar un río a la distancia de unas cuantas millas, nos internamos en el bosque, y en todo él sólo encontramos una miserable choza antes de llegar al sitio en que pasar la noche. La escasa diferencia en latitud, de 150 millas, ha dado un nuevo aspecto al bosque, comparado con el de Chiloe, lo cual se debe a haber variado ligeramente la proporción de las diversas especies de árboles. Los de follaje perenne no parecen ser tan numerosos, y el bosque, en consecuencia, tiene un matiz brillante. Como en Chiloe, las partes bajas están entretejidas de cañas; aquí hay además otra especie (parecida al bambú del Brasil y de cerca de seis metros de altura) que crece en grupos y ornamenta las márgenes de algunas de las corrientes de una manera lindísima. Con esta planta hacen los indios sus chuzos.

La casa donde habíamos de descansar estaba tan sucia, que preferí dormir al aire libre; en estos viajes, la primera noche se pasa de ordinario muy mal, por no estar acostumbrados al cosquilleo y picaduras de las pulgas. A la mañana siguiente amanecí con las piernas acribilladas, y seguramente no había en ellas un espacio del tamaño de un chelín que no tuviera su pequeña roncha, indicadora del sitio en que la pulga había celebrado su festín.

Darwin: Viaje.—T. II.
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