dos, nos explicaremos perfectamente los hechos precitados.
Batracios.—Algunas especies de este órden ofrecen una diferencia sexual interesante, que consiste en las facultades musicales que caracterizan á los machos, si se nos permite calificar de musicales los discordantes sonidos que producen las ranas machos, entre otras. Emiten estos sonidos principalmente en la época de la reproduccion, y, con este objeto, los órganos del macho están mucho más desarrollados que los de las hembras, por efecto sin duda de la seleccion sexual.
Reptiles.—Obsérvanse entre los sexos de los ofidios algunas diferencias, aunque leves, de matices. Sus glándulas anales funcionan activamente durante la época de la reproduccion, despidiendo un fuerte olor de almizcle, lo cual se observa tambien en los lagartos y en las glándulas submaxilares de los cocodrilos. En los machos de la mayor parte de los animales que buscan á las hembras, estas glándulas sirven probablemente con sus emanaciones para excitar y seducir á estas, mejor que para guiarlas al sitio en que se encuentra el macho. Los vivísimos colores de algunos lagartos, como tambien varios apéndices y otras raras modificaciones de estructura, habrán sido adquiridos por los machos por seleccion sexual, á manera de adornos, transmitiéndose luego hereditariamente ó á su descendencia masculina ó á ambos sexos.
Aves.—Uno de los rasgos más característicos de las costumbres de las aves, es el de los cuidados que prodigan á su progenie. Todo parece estar subordinado en estos animales al acto de la reproduccion. Los machos persiguen á las hembras con tanta constancia como ardor; para poseerlas riñen furiosos combates con sus rivales: uno de los pájaros más pendencieros es el colibrí. Otras aves combatientes han llegado á adquirir una fama tradicional, por el valor de que dan pruebas en sus luchas; los machos, de mayor tamaño que sus hembras, adornados con un soberbio collar de espléndidas plumas que les sirve á la par de escudo, se reúnen cada dia en gran