Ir al contenido

Página:Charles Darwin - El origen del hombre.djvu/38

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
34
el orígen del hombre.

compasivo celo hasta á los perros y gatos de poca edad. No llegaba, con todo, su ternura á partir con ellos su alimento, cosa que sorprendió á Brehm, ya que estos monos lo distribuyen lealmente lodo entre sus propios cachorros. En cierta ocasion arañó un gatito al mono que lo habla prohijado, y este, sorprendido, dió una prueba de inteligencia cortándole las uñas con los dientes. Algunos monos de Brehm se complacian en incomodar, por toda clase de medios ingeniosos, á un perro viejo que detestaban, lo propio que á otros animales.

La mayor parte de las emociones más complexas son comunes á los animales superiores y al hombre. Todos hemos visto cuán celoso es el perro del cariño de su dueño, cuando este último acaricia á algun otro sér; yo he observado lo mismo entre los monos. Esto prueba que los animales no solo aman, sino que tambien desean ser amados. Sin duda experimentan el sentimiento de la emulacion. Gastan de la aprobacion y la lisonja, y un perro á quien su amo hace llevar la cesta se manifiesta en alto grado orgulloso y satisfecho. A mi entender, no es dudoso que el perro sienta vergüenza, distinta del miedo, y cierto sentimiento muy parecido á la modestia, cuando mendiga su comida con sobrada frecuencia. Un perro grande responde con el desprecio al gruñido del gozquillo; acto que podríamos calificar de magnanimidad. Muchos observadores han atestiguado que á los monos no les gusta de ningun modo el que se burlen de ellos, y á menudo suponen que se les hacen ofensas, de las que se irritan.

Pasemos ahora á las facultades y emociones más intelectuales, que tienen una gran importancia, dado que constituyen las bases del desarrollo de las aptitudes mentales más elevadas. Los animales manifiestan muy