Página:Clemencia, novela de custumbres (1862).pdf/368

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 98 —

guiente de haberlo estrenado, un' vestido de baile, que por no traerlo en su equipaje, tuvo que mandar hacer al mejor sastre de Sevilla.

Era Sir George inmensamente rico y espléndido sin fausto, por lo que le llamaban en Sevilla MonteCristo, así como al Vizconde, en vista de su estatura y de ser muy realista, le habian puesto CarloMagno.

Deploramos profundamente esta costumbre andaluza de poner apodos ó sobrenombres, por distinguidas que sean y por mucho mérito que tengan las personas; es esto contra la dignidad y la elegancia de una sociedad culta y fina. No hay gracia que compense una chocarrería.

Precisamente eran hombres ambos los más á propósito para poder apreciar el gran mérito de Clemencia; ambos debian ser seducidos por la reunion de ventajas que poseia esta, y que tan rara vez se halla en una misma persona; así fué que ambos comprendieron desde luego qne era Clemencia un ente excepcional, ricamente dotado por la naturaleza y por la cultura, cuyo mérito pocos sabrian comprender, ni ella misma sabía apreciar en todo su valor.

Entablóse desde luego entre de Brian y Sir George una de esas secretas y ágrias competencias, tan hábilmente disimuladas por los hombres de mundo, no bajo formas afables, sino bajo formas indiferentes. De esta competencia resultó que la inclinacion hácia Clemencia subiese en Sir George, hombre seco, .