Casas, cap. CXXVI y CLXII. Dice éste: «Por esta causa, no fué en mano de los Reyes, los cuales, sin duda como agradecidos príncipes, le amaban, sino por voluntad y disposición divina, que el regimiento de este orbe, que muy bien al principio merecido tenía, le quitaron de las manos.»
M. W. Desborough Cooley, Hist. genérale des voyages de decouvertes maritimes et continentales, lib. IV, chap. I, forma idéntico juicio diciendo: «Cuando Fernando é Isabel privaron á Colón del gobierno de la Española, no atendían á otro móvil que el de retirarle un poder que era incapaz de ejercer.»
Conforme en la apreciación, escribió D. Jacobo de la Pezuela, Hist, de la Isla de Cuba, edición de 1868, tomo I, pág. 74: «Cristóval Colón, tan admirable cosmógrafo y descubridor como desacertado gobernante, había irreflexivamente impuesto sobre los indígenas de la Española durísimos tributos personales en oro, en algodón y otros artículos. Los había además repartido como esclavos, y aun embarcado muchos para venderlos en Sevilla; exceso que la Reina Católica desaprobó, mandando que los restituyesen á su tierra.»
Los Reyes ordenaron por cédula dada en Sevilla á 20 de Junio de 1500, que los indios que vinieron y se vendieron por mandado del