entretenía de noche con la lectura de los historiadores y los moralistas, siendo el preferido entre todos los servidores.
Estando en Granada con la corte conoció á Cristóbal Colón, que era por entonces un pobre y oscuro mareante, y desde aquel momento, Oviedo, que se prendaba de todo lo grande y extraordinario, no le perdió de vista. Tuvo grande cariño y amistad con los jóvenes Diego y Fernando, inquiriendo de su padre por este camino cuanto había sucedido en el viaje de descubrimiento. Así lo refiere D. José Amador de los Ríos en la Vida y escritos de Gonzalo Fernández de Oviedo, que sirve de introducción á la Historia general y natural de las Indias publicada por la Academia de la Historia el año 1851.
194 Hist. Posth., págs. 310, 312.
195 Los restos de Colón, Informe de la Real Academia de la Historia, pág. 100.
196 Véase á Harrisse, Christophe Colomb, son origine, etc. Tomo I, págs. 97, 104.
197 Hist. Posth., pág. 134.
198 Los restos de Cristóbal Colón en la Catedral de Santo Domingo. Contestación al informe