Es de mi casta y señal,
Y lo tengo regalado.
Si se lo dió Juan del Prado,
Mire no le venga mal,
Que me parece hurtado,
Diga. ¿quién le dió el potrillo?
¡Ah Descuido! ten empacho.
Diga, ¿es hijo del borracho?
¿O es de casta del zarquillo?
¿Corre bien, ó corre gacho?
Mejor es que Zamorilla.
Paréceme cimarròn:
Es, déle un repelón;
Poco deprendió de silla,
Más deprendió de albardon.
Mira, yo no soy jinete,
Ni persona me lo enseña.
Va como carga de leña:
Hiera, hiera de rodete,
Y esté firme como peña.
Bien apuntas la jineta:
¿Deprendiste de la brida?
Deprendílo, por su vida,
Y corrí una burra prieta,
Y costóme una caida.
¿Qué tan caro te costó?
Señor, costóme el diablo.
¿No entiende bien lo que hablo?
No corra do corrí yo,
Que fué junto de S. Pablo.
Yo tomaré tu consejo.
Pues no corra su alimaña:
Corra un caballo de caña
Y póngale un barboquejo,
Que sabrá darse más maña.
Falta será de saber
Hacer lo que me aconsejas.
Cuando corriere parejas,
Si no se sabe tener
Volará por las orejas.
Jamas no le correré,
Y esto será más cordura.
Pues béselo al andadura.
Eso quizá lo haré
Por ser cosa más segura.
¿No sabe lo que pensaba?
Que tome un recio mecate,
Y en el caballo se ate.
Salir á correr atado
Será grande disparate.
Mire mi amo en qué pára.
Calla, que esta es invencion.
Si lo tumba ese troton,
¿No es mejor mancilla en cara
Que vergüenza en corazón?
Entra el Favor Divino otra vez.
Hombre. ¿qué estás bobeando?
¿Ya olvidaste tan aina
A la inspiración divina,