Donde mi caballo quiere.
Dirá quien eso te oyere
Que eres loco y desatinas
Si tú vas por donde él quiere.
Vuelve en ti, vuelve y repara:
¿Así vas de esta manera
En aquesta bestia fiera?
Cierto que te despeñara
Si Dios no te socorriera.
¿Dónde va mi voluntad?
Camino de perdicion.
Porque vas sin atencion
Sobre tu sensualidad,
Y sin freno de razon.
Mírelo, que freno tiene.
Tiénelo desconcertado.
¿Quién hizo aqueso?
El pecado.
Concertarlo te conviene
Viviendo con mas cuidado.
Desciende de ese caballo.
¿Por qué quieres que descienda?
Porque lo lleves de rienda,
Y puedas mejor guiallo
Al camino de la enmienda.
¿No es vanidad todo aqueso?
Eso sin ninguna duda,
Y de gente torpe y, ruda,
El caballo muy compuesto
Y el alma que esté desnuda.
¿Quién vestido me dará?
Porque en verme estoy confuso.
Si tu alma se dispuso.
Con gracia la vestirá
Dios, que lo tiene por uso.
¿Y qué tengo de hacer
Para alcanzar su favor?
Has de saber, pecador.
Que el principio del saber
Es el temor del Señor.
Y si vas con buen intento,
Toparás con una dama
Que Penitencia se llama.
La cual por su regimiento
Viste á los que Dios más ama.
Huye, huye, por do fueres.
Del Engaño y la Mentira,
Malicia que flechas tira,
y doquiera que estuvieres
Mira como Dios te mira.
Io, Señor, que diga arre:
¿No lo entiende lo. que digo?
¿Quiéreme llevar consigo?
Porque si no me llevare.
Lléveselo el enemigo.
Necio, ¿no tendrás crianza?
Si la tengo, en buena fe;
Que al piltonte la compré.
¿Dó la tienes?
En la panza.
Miento; en casa la dejé.
Con aquesas boberías,
Descuido, tú me consuelas.
Pues así se vea sin muelas,
¿Es del gigante Golias
El caballo y las espuelas?