de Avilés y del Real Consulado, y dirigido por don Francisco Antonio Cabello.
Ya fuera como colaboradores, ya con composiciones sobre temas diversos, vemos figurar en sus columnas los nombres de Labardén, Azcuénaga, Casa Mayor, Eugenio del Portillo, Manuel Medrano, Prego de Oliver y otros.
Del último de los citados son una oda, de elegante estilo, A España en su decadencia, y algunos versos eróticos; pero lo que le dio más nombradía fueron sus Cantos á las acciones de guerra con los ingleses, en las provincias del Río de la Plata, en los años 1806 y 1807. La última obra que se conoce de él es una sátira, Himeneo, publicada en 1810.
Aunque los Cantos de Prego de Oliver llamaron grandemente la atención, fué más celebrado y ha conservado más reputación tradicional El triunfo argentino, de D. Vicente López, debido sin duda á que, aún cuando está consagrado todavía á la gloría de las armas españolas y fundido en el respeto á la Metrópoli, puede considerarse como el primer destello de la poesía patriótica argentina, puesto que, lo que principalmente exalta es el heroísmo del pueblo de Buenos Aires.
La Reconquista fué tema fecundo, que á más de las ya citadas composiciones inspiró un Romance histórico y un himno A la gloriosa defensa de Buenos Aires, obras del presbítero don Pantaleón Rivarola. También se cita un Poema, sobre el mismo asunto, escrito por Gabriel Ocampo.