Esta página ha sido corregida
— 36 —
A Rosas — 25 de Mayo de 1850.
- Rosas! Rosas! un genio sin segundo
- Formó á su antojo tu destino extraño,
- Después de Satanás, nadie en el mundo,
- Cual tú, hizo menos bién ni tanto daño.
- Abortado de un crímen, has querido
- Que se hermanen tus obras con tu orígen
- Y, jamás del delito arrepentido,
- Sólo las horas de quietud te afligen.
- ........................................
- Tu reino es el imperio de la muerte.
- Tu grandeza el terror por tus delitos;
- Y tu ambición, tu libertad, tu suerte.
- Abrir sepulcros y formar proscritos.
- Gaucho salvaje de la pampa ruda.
- Eso no es gloria, ni valor, ni vida,
- Eso sólo es matar porque desnuda
- Te dieron una espada fratricida.
Es difícil que se hayan escrito versos más violentos contra persona alguna, como no sean los famosos yambos de Arquiloco é Hiponacte, cuya lectura hacía ahorcarse a las gentes aludidas. Salvo la diferencia entre el puñal y la pluma, hay casos en que el poeta se coloca á la altura del tirano á quien combate y así como Rosas tiene en la historia su salvaje y siniestra grandeza, tienen también los versos de Mármol cierta poesía bárbara y desgreñada que los hace inolvidables.
Pero Mármol tiene en su lira otra cuerda más suave y candenciosa, sin la cual su estro hubiera degenerado fácilmente en convulsión epiléptica.
Bullen entre sus Armonías, composiciones de verdadera inspiración, como la titulada Cristóbal Colón.
- ...................................
- Si no te han dado monumento humano.
- Si no hay Colombia en tu brillante historia
- ¿Qué importa? ¡eh! tu nombre es el océano,
- Y el Andes la columna de tu gloria.
- Qué navegante tocará las olas
- Donde se pierde la polar estrella,
- Sin divisar en las llanuras solas
- Tu navío, tus ojos y tu huella?