Acaso, acaso, al corazon se ofrecen
Como májico fuego en lontananza......
Y ese astro que alumbró tan bellos dones
Era, ay dolor! que equivocó su huella
Mas ya voló a las cándidas rejiones......
Alza la vista: mirarás la estrella......
Oh! Llenen nuestros ayes el ambiente
Y dirijamos en amargo duel o,
Puesta la mano en la abatida frente,
El llanto al mundo y el mirar al cielo.
Marzo 8—1867.
Abre su cáliz, vierte su aroma
La flor lozana que orna el pensil
Cuando sus galas, nitida, asoma
La tierna aurora dulce y jentil;
Y asi ilusiones el alma exhala,
Duerme en los brazos de aéreo placer,
Cuando en su cielo virjen resbala
Alba inocente de amor y fé;
El néctar suave de la esperanza,
Los sueñosdulces del corazon,
Horas traquilas de venturanza
Nos dan en tierna, grata ilusion