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Su faz hermosa y serena
Giñe con blando reposo,
El encanto misterioso
De la primera ilusion;—
¡Salve, virgen de la noche,
Tú me embriagas de ventura,
Pues gozo á tu lumbre pura
Mis blandos sueños de amor.
EL ALMA SIN AMOR
Hay una flor sin esencia;
Sin encanto ni frescura
Que sumida en la amargura
Pasa su triste existencia.
La tiniebla de la muerte
Vaga en su broche incoloro,
Y en triste y eterno lloro
Mira anegada su suerte.
Y esa contristada flor
Con vida y sin lozanía,
Es el alma sin amor.
