ADVERTENCIAS XI
Para hacer progreso en el arte de leer bien, es preciso atenerse a ciertos preceptos.
Trate el lector de comprender, no sólo el asunto, sino el espiritu con vue fué escrito.
Respire a tiempo.
Lea con voz proporcionada a la magnitud del local y al número de oyentes.
Emplee un tono sencillo, y en el caso de que el asunto ¡0 requiera, dé énfasis a la lectura.
En los períodos largos haga las pausas llamadas de sentido, que no están marcadas con signo alguno, pero que, con un poco de práctica, es fácil hacerlas en su debido lugar.
Cuide el sentido del acento prosódico, ortográfico y lógico, cuando lea.
La regla fundamental de la lectura « leer como se habla », sólo tiene aplicación para aquellos paises donde la generalidad habla bien; los argentinos cometemos muchísimos errores al expresarnos, usando gran número de modismos propios nuestros, y alterando la forma correcta de una manera lamentable, sobre todo en el uso de verbos y pronombres, y en la pronunciación.
Pero hay más; los porteños somos atropellados para hablar, mientras los de las otras provincias, son muy lentos, de lo cual se originan de- fectos en el acento de las palabras y sobre todo de la frase; estos ante- cedentes nos hacen pensar que nosotros deberíamos más bien hablar como leemos : sería el único medio de corregirnos de muchísimos vicios de expresión.