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CRÓNICAS
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Llegan refuerzos.—Poco más de las once de aquella mañana serían cuando llegó a Yauco, procedente de Ponce, un tren especial conduciendo dos compañías del batallón Cazadores de la Patria y alguna fuerza montada de guerrilla, todas al mando del teniente coronel Francisco Puig. Tan pronto como este jefe dejó el tren se puso al habla con el general Macías, pidiéndole instrucciones concretas; la contestación fué inmediata: «Proceda usted con su fuerza, auxiliado por voluntarios de esa localidad, a reconocer al enemigo; deje cubierta su retirada que, en caso necesario, si encontrare fuerzas superiores, efectuará sobre Ponce utilizando ferrocarril.»

Alguien dijo entonces, tal vez el telegrafista, que alguna tropa de Mayagüez venía

Una de las dos compañías del batallón Patria que tomaron parte en el combate de Guánica.

hacia Yauco por San Germán; entonces el jefe de la columna ordenó al teniente de la guerrilla voluntaria [1] que hiciese un reconocimiento hacia el camino de Lajas. El teniente Colorado dispuso que el sargento César Portillo y el cabo Serrano, ambos de su guerrilla, fuesen a comprobar la noticia, la cual resultó ser falsa.

Realmente hubo intentos de enviar refuerzos desde Mayagüez, y el comandante Espiñeira, del batallón Alfonso XIII, que, con dos compañías guarnecía la ciudad de San Germán, salió hacia Sabana Grande, pero se detuvo en el camino a los pocos

  1. Había en Yauco dos guerrillas: la llamada 4.º volante, a la que pertenecia el teniente Méndez, y otra de gente voluntaria, organizada por Rafael Colorado, artista fotógrafo, que había prestado cuatro años de servicio en el Ejército, en la sección topográfica del Estado Mayor. Al teniente Colorado dió eficaz ayuda en la organización de esta guerrilla el doctor José Janer.—N. del A.