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CRÓNICAS
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Como ya en el campamento de Wilson era pública la noticia de haberse firmado en Washington, este mismo día 12, el armisticio, por la noche el teniente coronel Bliss, del Estado Mayor del general Wilson, bajo bandera de parlamento, subió hacia el Asomante, siendo recibido a media ladera por el coman- dante Nouvilas y dos oficia- les más, a quienes manifestó que, para evitar la efusión de sangre, proponía una suspen- sión de hostilidades, intiman- do al mismo tiempo la rendi- ción de la plaza. El coman- dante Nouvilas le contestó que su petición sería trasla- dada al capitán general, con- viniendo en que por la ma- ñana volvería por la respuesta el mismo parlamentario; al amanecer del siguiente día se presentó el citado teniente coronel Bliss, a quien se en- tregó un telegrama del gene- ral Macías negándose a toda rendición y parlamento por no tener instrucciones algu- nas del Gobierno de España. Este mismo parlamentario, en la página 232 de su report ofi- cial, dice: «Fué rehusada, cor- tésmente, la rendición; aun- que por los términos del tele- grama yo sospeché que el general Macías estaba bien enterado del progreso de las negociaciones de paz.>> Capitán de artillería Ricardo Hernáiz, hoy coronel. A pesar de la negativa anterior, las fuerzas americana sno reanudaron el combate en toda la mañana del día 13. El general Wilson tenía, desde el 12 por la noche, un telegrama del general Miles transmitiendo otro del presidente Mac Kinley para que se suspendiesen todas las operaciones de guerra en progreso. Los artilleros del co- mandante Lancaster y la escolta regresaron a su campamento, y una parte de los de- fensores del Asomante, al pueblo de Aibonito, quedando en el Peñón los restantes. En los límites de ambos campos se plantaron piquetes con banderas blancas. Había 8